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Aunque pudieran ser similares los términos de igualdad y equidad, la realidad es que guardan diferencias entre ambos conceptos. Aunque no sean tampoco antónimos, suele existir una confusión en cuanto a conocer su significado. Y es que, a nivel sociopolítico, uno u otro concepto guarda implicaciones distintas. En este post te vamos a contar en que consiste la igualdad y equidad, sus diferencias, así como algunos ejemplos de cada uno de estos conceptos. ¿Quieres saber más sobre la igualdad y equidad?
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La necesidad de contar con un plan de igualdad en las empresas ha conseguido que la demanda de profesionales encargados de su implementación, de establecer medidas correctoras de aquellas actuaciones discriminatorias en el seno de las organizaciones o de establecer medidas contra el acoso se dispare. Para atender a esta necesidad del mercado laboral, es necesario contar con una cualificación profesional suficiente para responsabilizarse de una labor tan trascendental como lograr una igualdad efectiva en las empresas. Por ello, formaciones como el curso de prevención en igualdad de género han sido diseñadas para dotar a estos profesionales de las competencias necesarias para llevar a cabo esta tarea.
Inicialmente a determinar las diferencias entre igualdad y equidad, es necesario llevar a cabo un análisis independiente de cada uno de estos conceptos para comprender mejor las características que los hace diferentes.
La igualdad es definida como la afirmación de la paridad de derechos, responsabilidades y oportunidades que tienen todas las personas. Siguiendo los términos recogidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos:
Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
Algunos ejemplos de igualdad son los siguientes:
Este movimiento social trata por igual a hombres y mujeres en cuanto al disfrute de sus derechos. Es decir, defiende el ejercicio de los derechos sin un trato preferente por uno u otro género y la ausencia de discriminación en cuanto al acceso a las mismas oportunidades.
Recogen esta idea algunos textos legales como la Declaración de los Derechos Humanos, la Convención de los Derechos Políticos de las Mujeres o la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.
La igualdad de oportunidades consiste en defender que todas las personas tienen las mismas oportunidades de desarrollarse a nivel personal o laboral. Ahora bien, en la práctica esta igualdad es difícil de aplicar, puesto que no existe una base común desde la que todas las personas parten, ya que, existen desigualdades sociales que lo impiden.
A nivel social, este tipo de igualdad se refiere al ejercicio de los derechos a nivel político, jurídico, político o económico por parte de todas las personas sin discriminación alguna. Ejemplos de igualdad social serían el ser considerados como iguales ante la ley, el derecho a voto, o a poder adquirir una vivienda, entre otros.
El término de equidad surge de la intencionalidad por parte de las instituciones de lograr una igualdad efectiva. En otras palabras, la equidad es una herramienta que se emplea para subsanar desventajas sociales como consecuencia de determinadas circunstancias personales para así conseguir que todas las personas partan de una misma base común. Se consigue así, equilibrar la balanza para aquellas personas que por sus circunstancias personales se encuentran en desventaja con respecto a otras.
Algunos ejemplos de equidad son los siguientes:
La igualdad y equidad en este ejemplo puede inducir a error. Y es que se refiere con equidad de género a aquellas situaciones en los que se lleva a cabo un trato equitativo o diferenciado con la intención de obtener un resultado que haga equivalentes a ambos géneros en derechos, obligaciones y beneficios. En cambio, la igualdad sería ofrecer los mismos derechos a ambos aunque suponga una desigualdad para uno de los géneros por circunstancias que lo hacen no estar en el mismo nivel que el otro.
Aunque todas las personas tengan el derecho de acceso a las mismas oportunidades, se tienen en cuenta las circunstancias personales de cada una de ellas. Un ejemplo de equidad social sería la actuación del Estado en cuanto a garantizar medios a los niños o niñas de una zona rural para que puedan acudir a la escuela, aspecto que no se establece en zonas urbanas ya que su traslado es más sencillo, aunque ambos tengan el derecho de acceso a la educación.
La diferencia entre igualdad y equidad consiste en el objetivo de cada uno de estos conceptos. Y es que, la igualdad trata de otorgar las mismas oportunidades a todas las personas con independencia de sus circunstancias particulares. En cambio, la equidad consiste en realizar un trato diferente a determinadas personas motivado por sus circunstancias personales que las hacen estar en una situación de desequilibrio con respecto al resto, para así logar situarlos en una base común a todas ellas.
Garantizar la igualdad y equidad en las empresas es vital para construir entornos laborales ausentes de cualquier tipo de discriminación. Por lo tanto, es la oportunidad para muchos/as profesionales de conseguir abordar la alta demanda de profesionales en las empresas. Ahora bien, se requerirá de una formación especializada acorde a estas competencias como las que Euroinnova ofrece en su web dentro del catálogo de cursos para ser especialista en igualdad de género.
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