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La metodología design thinking se ha vuelto la protagonista indiscutible entre las empresas líderes de base tecnológica. Mientras que, no hace muchos años, se desarrollaba tecnología con el único fin de agilizar procesos y de eliminar intermediarios, ahora se pone el foco en el usuario y sus expectativas. Es aquí, donde el design thinking entra en juego para ayudar a las empresas a visualizar claramente los deseos, necesidades, valores e inquietudes de los consumidores para enamorarlos.
Con el design thinking se busca dar con nuevas soluciones y propuestas que den el toque disruptivo al sector, así, se conseguirá una clara diferenciación de la competencia.
¿Hemos conseguido despertar tu interés por el design thinking? Esta metodología se basa en una serie de fases que incluyen: la investigación, la definición del problema, la ideación, el prototipado y la prueba. Sobre todo, se acude a ella cuando se quiere fomentar la creatividad en la empresa, para así, conseguir resultados diferentes.
Para implementar una estrategia basada en Design Thinking, es fundamental tener un amplio conocimiento sobre sus diferentes fases, objetivos y herramientas. En Euroinnova, podrás encontrar los mejores cursos de Design Thinking online que te permitirán adquirir las habilidades necesarias en esta área de forma práctica y con total flexibilidad.
Cada metodología tiene su procedimiento a seguir para implementarla. No todas funcionan igual ni todas dan prioridad a los mismos factores. Como sabes, el design thinkig se orienta hacia la manera de pensar y sentir del consumidor, por lo que nunca habrá que perderlo como eje central de la estrategia. Dicho esto, un plan de Marketing basado en design thinking podría desarrollarse en los siguientes pasos:
Empatía: en primer lugar, deberemos comprender y estudiar a fondo las necesidades y deseos de los clientes. Para ello, es importante realizar una investigación en profundidad y entrevistar a los clientes para obtener una mejor comprensión de sus problemas y necesidades.
Definición del problema: una vez que se comprenden las necesidades de los clientes, el siguiente paso es definir el problema con claridad. Es importante centrarse en el problema real que los clientes están experimentando y no en los síntomas superficiales.
Ideación: el siguiente paso es idear posibles soluciones al problema. En esta etapa, se pueden utilizar diferentes técnicas de generación de ideas, como la lluvia de ideas o el pensamiento lateral.
Prototipado: una vez que se han generado algunas ideas, es importante crear prototipos de las soluciones para probarlas con los clientes y obtener su feedback. Los prototipos pueden ser simples, como bocetos o maquetas, o más complejos, como modelos de prueba o productos mínimos viables (MVP).
Prueba: por último, se prueba el prototipo con los clientes para obtener su feedback y ver si la solución propuesta resuelve el problema de manera efectiva. Si es necesario, se pueden hacer ajustes y mejoras al prototipo para obtener una solución óptima.
Trabajar con metodologías innovadoras siempre traerá resultados muy positivos a la empresa y, aunque estas supongan un cambio y una adaptación por parte de todo el equipo, siempre merecerá la pena acogerlas.
Garantizar su admisión e interiorización, así como las buenas prácticas y su específica aplicación a cada tarea, será labor del experto en digitalización empresarial o digital manager; quién también se encargará de que las ventajas de desarrollar el design thinking se hagan realidad. Estas son algunas de ellas.
Se pone al usuario en el centro de la estrategia empresarial, por lo que es más fácil trabajar en la misma dirección en la que evoluciona la demanda. Además, ayuda a conectar con los insights de los usuarios y a fidelizarlos, aparte de cerrar ventas. Una parte importante del design thinking es la segmentación del público objetivo, para darle un trato lo más personal posible.
El trabajo en equipo hace posible que la comunicación y las mejores ideas fluyan. La innovación puede estar en cualquier lugar o persona, y mantener al equipo activo, motivado, cohesionado y pendiente de las tendencias que marcan el rumbo del mercado es muy útil para elaborar nuevas estrategias.
Gracias al design thinkig, la innovación es posible. Siempre orientada a las necesidades del usuario, esta metodología descarta las soluciones más recurrentes y se centra en fomentar la creatividad de todo el equipo para trabajar las diferentes fases del design thinking.
Las metodologías para la innovación empresarial permiten una rápida adaptación a los cambios; de lo contrario, conseguir el factor innovador sería muy difícil. Una de las premisas del design thinkig es la de “actuar para aprender”. Así, las propias pruebas que realicemos nos harán cuestionarnos el potencial de nuestras ideas.
El design thinkig también acelera los procesos de creación por su carácter repetitivo y cíclico. Este método permite detectar fallos y proporcionar nuevas mejoras. Al no tratarse de un proceso lineal, los errores se consideran una oportunidad.
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