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En el mundo empresarial actual, tan competitivo y cambiante como es, no basta con solo tener una formación académica y una gran experiencia laboral para alcanzar un éxito palpable. Hoy en día se necesitan habilidades profesionales ejemplo, como pueden ser el asertividad, la organización y el dominio de distintos idiomas, ya que estos conocimientos o capacidades permitirán marcar la diferencia entre los distintos candidatos.
Y bueno, solo mencionamos algunas, pero ciertamente hay ciertas habilidades que los responsables de selección pueden valorar por encima de las demás. Aunque antes de indagar a fondo, es necesario saber a qué nos referimos cuando hablamos de una habilidad, la cual, según la Real Academia Española, es la capacidad que tiene una persona para desempeñar de forma exitosa una tarea o una determinada actividad.
Las habilidades que puede poseer cada persona se pueden dividir en tres grupos principales:
La mayoría de las personas consideran que las habilidades son dones o talentos naturales e innatos. Sin embargo, esta es una creencia errónea en muchos sentidos, puesto que la mayoría de las habilidades también pueden ser aprendidas o perfeccionadas a base de la práctica y el entrenamiento constante.
Bien lo dijo Albert Einstein (el gran científico e investigador) en el siglo pasado, “El genio se basa en 99% de trabajo duro y en un 1% de talento”.
Este tipo también es conocido con el nombre de habilidades laborales o competencias laborales. De forma sencilla, podemos definirlas como un conjunto de conocimientos, competencias y actitudes necesarias para desempeñar de la manera más eficaz una determinada tarea que tenga que ver con el área laboral en donde se desenvuelva una persona.
La realidad de nuestra época es que las habilidades profesionales ejemplos, las personales y las sociales se consideran tan importantes como la experiencia y el conocimiento técnico. Esto lleva a que los procesos de reclutamiento vayan más allá de evaluar o buscar candidatos según sus trayectorias profesionales o los estudios que hayan tenido que realizar.
Lo cierto es que cada perfil profesional (tan variados como existen) se pueden beneficiar de distintas habilidades que vayan más acorde a las labores que tengan que desempeñar. Así, todo proceso de selección deberá buscar las habilidades laborales más adecuadas para el desarrollo específico del puesto de trabajo que se haya tenido que ofrecer.
A continuación, queremos desglosar algunas de las habilidades profesionales ejemplos mayor valoradas dentro de cualquier empresa u organización:
Dentro de cualquier empresa se sabe que las mejores sinergias se consiguen poniendo a distintas personas a trabajar en común. Por tal razón es importante que los empleados y profesionales puedan tener un alto nivel de coordinación para generar un buen clima laboral durante la jornada laboral, los cuales son los pilares para la capacidad de trabajar en equipo.
Puede que gracias a los cambios en el mercado se tengan que redefinir los objetivos y los calendarios a los que se haya sometido una empresa. En ese sentido, el poder adaptarse a los contextos laborales cambiantes es una de las habilidades profesionales ejemplos clave que cualquier candidato debe ofrecer.
Pasar rápidamente de la teoría a la práctica es indispensable para conseguir excelentes resultados en el entorno laboral. Sin la ejecución correcta, cualquier plan puede fracasar, así que los candidatos deben mostrar una capacidad de acción efectiva, lo que le otorgará mayores oportunidades para obtener el puesto de trabajo.
Esto significa tener una gran predisposición para establecer objetivos y prioridades, elegir los medios más convenientes para la realización de una actividad, decidir con tiempo lo que se debe hacer y cómo hacerlo, fijar calendarios de ejecución, etc.
Encontrar o idear nuevas formas de hacer el trabajo es muy bien valorado dentro de las empresas en la actualidad.
Mantenerse actualizado y auto-aprender es clave para la competitividad de las empresas y de los empleados contemporáneos.
Saber detectar las necesidades y prioridades de los clientes, buscar la forma de satisfacerlos y preocuparse por medir esa satisfacción.
Otras habilidades profesionales ejemplos que son muy bien valoradas son la comunicación asertiva, tanto con el equipo de trabajo, como con los clientes o compradores y por supuesto, el saber otros idiomas aumentará las posibilidades de conseguir un buen puesto de trabajo o ascender dentro de una empresa en la que ya se esté laborando.
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